"Y la valentía
es todo eso que aprendes después
de haber salido corriendo unas cuantas veces
mientras otros se quedaban luchando."
"Let me go", les suplicaba, dejadme ir y no vengáis a buscarme;
"aprenderás en este año más de lo que te enseñaría cualquier catedrático"
decía, y tenía razón.
"No te preocupes, no pasa nada, tranquila, no llores"
hacerles caso era imposible
"- ¿Y qué? ¿Cómo te va por allí?
- No, bueno, esto, yo... eh, ahora estoy en casa, otra vez".
¿Pero acaso importaba?.
Luego pasó el invierno, pernicioso,
fue brutal la pirmavera, déspota, inhumana
corrió junio entre planes y papeles
empates, sensatez, disfraces
corrió julio, besos sin remite
corrió el verano, en fin, "te llamaré"
agosto bajo el sol del norte
agua dulce, también gélido Atlántico
agosto -vamos a creer que nos queremos-
septiembre "- ¿Estás segura? - ¿Qué remedio?"
adiós -qué bien cuando es uno el que se va
después de meses tirado en la estación.
"- ¿Puedes prometérmelo?
- Nunca he podido
- ¿Y ahora?
- Puedo prometerte que no voy a volver, ¿te vale?
- Sí, pero mis planes eran otros".
Un año de sueños de ocho horas,
de exención de obligaciones -de esas que antes pesaban-
un año de sueños muertos
a manos de culpa e insomnio
que nunca fueron juzgados.
Doce meses, cuatro puntos en el mapa
no tan distantes
como distintos -¿mi casa?.
Casa es adónde llegas
cuando no puedes correr más
casa es el único sitio
en el que estás a salvo -y yo estoy a salvo contigo.
Tremendamente a salvo.
Tremendamente contigo.
"El tiempo sigue, no distingo si hacia alante o hacia atrás,
encontré mucho más de lo que buscaba,
insisto,
el resto no importa: tengo cerveza, familia, amigos
un compañero de vida que
entre todos los ojos de la gente
eligió los míos".
Oh...
ResponderEliminarte quiero,joder.