martes, 7 de octubre de 2014

Como si hubiera donde hacerse fuerte.

Pequeños conflictos de lunes:

el pulso al que me reta
lo que ya no me dictas
o cuánto hay de pasión
-de odio au to má ti co-
en este oscuro alivio
de tener qué sangrar,

la suma de las horas
que me siguen restando
y cómo se reparan
-o solo se calculan-
los daños que se eligen
al empezar el día.

Vivir. Ver.
Devolver
la forma de tu huida
a todas mis derrotas.



Si todo fuese así, si en el pasado
no fuera uno la estatua de sí mismo
en una plaza oscura y sin palomas
o el actor secundario de una obra
retirada de escena [...]

En contra del olvido - F. Benítez Reyes