viernes, 17 de julio de 2015

Estío. Hastío.

A veces me parece que hay algo de paz en todo esto.
Un no sé qué que me acompaña en mis horas más feroces,
como una sombra de camino a casa
ahora
que siempre vuelvo a horas decentes
y me saludan al paso las ficciones.
A veces me pregunto si no habrá algo de identidad en esta calma.
Una protesta, un himno, una mirada hacia adelante,
como si no tuviéramos bastante
hoy
cuando el éxodo es un lunes de septiembre
y el verano, un desfile de hojalata.
A veces me parece que hay algo de mentira en esta fuerza.
Un daño aparente, una tortura, un calvario para todos los públicos.